1. Ponte cómodo
Cuida la posición en el kayak, por lo general no tiene mucha complicación, pero de no hacerlo adecuadamente, habrá un sobreesfuerzo innecesario si estás sentado en una posición incómoda.
Tu trasero deberá estar lo más atrás posible y tus piernas un poco flexionadas. Notarás que hay unos cortes donde apoyar los pies. Si llevas las piernas completamente estiradas tendrás mucha tensión en la parte baja de la espalda.
2. La postura es vital
Ponte derecho cuando estés en el kayak. A pesar de lo que muchos creen, la potencia no viene de los brazos sino del torso. Los brazos deben sentir poco esfuerzo.
3. Agarra bien el remo
Debes agarrar el remo a una distancia un poco más ancha que los hombros, con los codos altos y derechos.
4. Entra con cuidado
La mayoría de los vuelcos ocurren al entrar y salir del kayak. No tengas prisa a la hora de hacer esta maniobra. Lo mejor es colocar el remo en el otro lado de la piragua, justo en frente de donde te vas a sentar. Esto no solo ayuda a mantener el equilibrio al entrar y salir, sino que evitará que dejes el remo en la orilla. ¡Algo que sucede más de lo que crees!
5. Usa bien el remo
Hay que colocar la pala del remo en el agua a la altura de los dedos de tus pies para luego tirar hacia atrás hasta la cadera. Luego sacas el remo y repites el mismo movimiento en el lado opuesto.
6. Hazlo parejo
Tienes que hacer exactamente lo mismo a cada lado, pues así te moverás en línea recta, aunque al principio te costará un poco. Concéntrate en un punto que haya en tierra y rema hacia él.
7. Girar
Por lo general la parte de la carrera que se hace con kayak consiste en un bucle en un lago marcado por boyas. Así que es vital que aprendas a girar.
Para girar lo mejor es realizar un movimiento de barrido. Lo que requiere un poco de experiencia para hacerlo de manera correcta. Tienes que empezar con el remo desde un punto bastante separado de la piragua y realizar un movimiento más largo de lo normal. Al ejercer más energía en un lado el kayak acabará girando.